Algunos recordarán aquella publicidad que decía “la pausa son cinco minutos…” Cinco minutos para relajarte, cinco minutos para disfrutar, cinco minutos para vos. Pero alguna vez te preguntaste, ¿qué es lo que hace que esos cinco minutos sean confortables? La respuesta, en tres palabras: el ingenio humano.
Los orígenes del té
Cuenta la leyenda que un monje budista pasó nueve años, despierto y concentrado, meditando en silencio frente a la pared de una cueva. Pero un día se durmió. Cuando despertó, estaba tan disgustado que se arrancó los párpados y los arrojó al suelo. De ellos surgió una planta, de la cual sus seguidores preparaban una bebida que los mantenía alerta y les calmaba los nervios, estado ideal para la meditación.