Capullito de alelí

Cultivo: Lotus corniculatus
Variedad: Alelí
Desarrollador: FAUBA
Número de inscripción en el RNC: 21.513
El lotus es una forrajera que se usa en campos ganaderos porque se adapta a diferentes condiciones de suelo, no provoca meteorismo (empastamiento) y tiene buen valor nutritivo. Se puede pastorear directamente o usarse para producir heno y silaje.
Pensando en lo anterior y parafraseando a una vieja canción que dice “sin ti la vida es nada para mí, tu bien lo sabes mi capullito de alelí”, los fitomejoradores de la Facultad de Agronomía de la UBA mejoraron esta forrajera y obtuvieron una nueva variedad a la que bautizaron “Alelí”. Este lotus tiene alta tasa de crecimiento inicial, por lo que brinda forraje en abundancia a fines de invierno y principio de primavera, época de escasez de pasto. También resiste al anegamiento temporario del suelo, por lo cual se adapta a lotes ubicados en los bajos.
¿ABÍAS QUE…?
- • No se sabe como llegó a Argentina. Se cree que mezclado con otras semillas o en la bosta de animales traídos de Europa
- • Se sembró por primera vez en 1930 y en 1960 se comenzó a producir semilla
Bonus
El meteorismo o empaste es una enfermedad que afecta a los rumiantes, ocasionando disminución en la eficiencia de aprovechamiento de los recursos forrajeros (crecimiento/engorde más lento) e inclusive la muerte. Se caracteriza por la acumulación de gases (dióxido de carbono y metano) en el rumen que no pueden ser eliminados por el animal, lo cual causa distensión abdominal que puede comprimir el corazón y los pulmones y causar la muerte.
Los forrajes que pueden producir meteorismo son aquellos con poca fibra y mucha proteína, lo que produce rápida fermentación ruminal. También es común en brotes de leguminosas jóvenes como alfalfa y trébol porque tienen saponinas, moléculas que favorecen la producción de espuma en el rumen. La espuma atrapa los gases producidos por la fermentación e impide su liberación.
Los humanos también sufrimos de meteorismo, aunque con consecuencias menos graves que los rumiantes, porque podemos eliminar los gases. La inflamación de la pared intestinal y la elevada producción de gases puede deberse al consumo de ciertos alimentos (coliflor, brócoli, porotos), a problemas de digestión (intolerancia a la lactosa, por ejemplo) o a algunas enfermedades como colon irritable o celiaquía.