Día Mundial de la Propiedad Intelectual: Objetivos de desarrollo sustentable

Este año el lema mundial para celebrar el Día de la Propiedad Intelectual es "Propiedad Intelectual y los Objetivos de Desarrollo Sustentable". Hace ya nueve años que la ONU aprobó la agenda 2030 con 17 objetivos para alcanzar el desarrollo sostenible (ODS) en el planeta. Acá te contamos cómo la innovación ayuda al avance en el cumplimiento de cada uno de ellos.

 

Erradicación de la pobreza

El primer ODS es, quizás, el más ambicioso y pretende erradicar la pobreza extrema; es decir que ya no haya gente que tenga que sobrevivir con 2 dólares diarios. Para ello los países deben crear oportunidades de empleo para los más pobres. Exactamente eso es lo que hace el proyecto “Frutillas del Viento” del INTA Esquel y la ONG 500 RPM.

A través de innovaciones en sistemas de riego, generación de energía y manejo del cultivo se les proporciona a comunidades rurales aisladas de la provincia de Chubut la posibilidad de producir frutillas de manera rentable, fomentando el empleo productivo y su desarrollo económico.

 

Hambre cero

El segundo objetivo está relacionado con ponerle fin al hambre que pasan más de 600 millones de personas en el planeta. Una de las herramientas para combatir la inseguridad alimentaria es el mejoramiento genético de los cultivos para aumentar su producción y calidad. 

La innovación en fitomejoramiento de los principales cultivos alimenticios ha permitido aumentar considerablemente los rendimientos. En maíz, no solo se aumentó seis veces el rendimiento en 60 años, sino que los maíces transgénicos resistentes a insectos han permitido disminuir considerablemente el contenido de micotoxinas en los granos. 

Cantidad y calidad (inocuidad) son dos de las premisas a cumplir para lograr la seguridad alimentaria y la innovación en fitomejoramiento permite alcanzarlas.

Salud y bienestar

Además del acceso a servicios sanitarios de calidad, este objetivo promueve la protección de la salud a través de la información, la vacunación y la alimentación saludable. 

Tres áreas de la innovación contribuyen al cumplimiento de este objetivo: la tecnología de la información para capacitaciones y concienciación a distancia, la innovación en vacunas como por ejemplo el desarrollo de las vacunas de ARN mensajero contra la COVID-19 y la ingeniería genética que permite tener cultivos fortificados como el arroz dorado, fuente de provitamina A para las comunidades más pobres de Asia, o el tomate morado rico en antioxidantes. 

 

Educación

La educación es clave para el cumplimiento de los otros 16 objetivos, fundamentalmente para la erradicación de la pobreza y es por ello que su financiamiento debe ser prioridad. 

Para alcanzar algunos de los ODS ciertos países han desarrollado sistemas de mejoramiento participativo que consisten en el financiamiento y la capacitación de comunidades para facilitar semillas de calidad para una agricultura sustentable. Así, fitomejoradores de la UBA, junto con productores de la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología co-diseñaron y ejecutaron un programa de fitomejoramiento de especies forrajeras. Aplicando diversas técnicas de mejoramiento, los genetistas crearon variedades y capacitaron a los productores para que las probaran y, a su vez, retroalimentaran al programa con datos para continuar con el círculo virtuoso de la innovación, del crecimiento y la producción.

 

Igualdad entre los géneros y empoderamiento de mujeres y niñas

Una de las metas de este objetivo es asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública. En la última década la industria semillera argentina ha reducido la brecha entre hombres y mujeres en puestos de liderazgo en sus empresas y programas de mejoramiento.

Aunque aún tenemos mucho camino por recorrer podemos mencionar con orgullo a innovadoras como María Jimena Ruiz Díaz, Julia Carreras, Natalia Bonamico o Lorena Basso que trabajan día a día en la creación de mejores variedades, la formación de recursos humanos y en la educación para el acceso de las mujeres a puestos de liderazgo.

Ciudades y comunidades sostenibles

Los barrios marginales de las ciudades y pueblos son, generalmente, los ubicados en la periferia. Para garantizar a sus pobladores una buena calidad ambiental, numerosos pueblos del país se han certificado como “municipio verde”. Para ello el uso de las TIC y de sistemas innovadores de aplicación de fitosanitarios en las áreas periurbanas hicieron posible lograr esta meta. En la localidad de Monte Buey, en la provincia de Córdoba, la certificación se hizo extensiva a comercios y servicios de maquinaria agrícola, transformándose en ejemplo de sustentabilidad para todo el país.

En las ciudades más pobladas, la tecnología de biocombustibles está contribuyendo para que el transporte sea menos contaminante. En la provincia de Córdoba, desde el año 2019, hay más de 400 colectivos que funcionan con biodiesel y emiten 80% menos CO2.

 

Agua limpia

Todas las personas deben gozar de acceso equitativo al agua potable por lo que necesitamos reducir la contaminación, las aguas residuales y aumentar la reutilización. En este último sentido, la cervercería y maltería Quilmes incorpora tecnología innovadora para reducir el uso de agua desde la semilla hasta la cerveza.

Así ha desarrollado variedades de cebada que usan menos agua en su ciclo de crecimiento y también en el malteado. Además reutilizan el agua del proceso de fabricación de bebidas para otros procesos auxiliares como el enfriamiento de tanques, pasteurización o aprovechando los efluentes para limpieza o riego; convirtiéndose en una de las compañías del mundo que menos agua usa.

 

Energía no contaminante

La energía limpia y asequible es clave para el desarrollo del sector agroalimentario, las empresas, el transporte, la comunicación, la educación y la sanidad. 

Una de las energías limpias que provienen del sector agropecuario son los biocombustibles. El mejoramiento de la soja, el maíz y la caña de azúcar con el fin de aumentar su rendimiento en combustible y el uso de levaduras modificadas para eficientizar la transformación de la materia prima han sido innovaciones fundamentales para que hoy Argentina pueda producir 1,9 millones de toneladas anuales de biodiesel y 880 mil toneladas de bioetanol; reduciendo alrededor del 70% la emisión de gases de efecto invernadero. 

Producción y consumo sostenibles

La producción agropecuaria argentina está comprometida completamente con este ODS y la contribución de los cultivos transgénicos ha permitido dar un gran paso para alcanzarlo. 

Así, los cultivos Bt (resistentes a insectos) hacen más eficiente la producción y reducen la aplicación de insecticidas, contribuyendo a un uso más eficiente del agua y a reducir las emisiones de CO2 por el uso de combustibles fósiles. En la misma línea están los cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas, que han posibilitado implementar la principal herramienta de cuidado del suelo que es la siembra directa.

La adopción de tecnología, como la siembra directa o la fertilización, sumada al mejoramiento genético y la biotecnología han reducido el uso de productos fitosanitarios en 500 millones de kg y bajado el impacto ambiental de la agricultura en un 18%.

 

Cambio climático

Para hacer frente al cambio climático el mejoramiento genético echa mano a innovaciones como la ingeniería genética para producir cultivos tolerantes a la sequía o para cambiar la arquitectura de la planta y hacerla más eficiente en la captación de la luz, del agua de lluvia y los nutrientes. Un claro ejemplo de estos cultivos es el trigo HB4, tolerante a la sequía, desarrollado en nuestro país por CONICET e INDEAR. También maíces de baja estatura y con diferente ángulo de inserción de las hojas para un mejor aprovechamiento de la luz y los insumos aplicados al cultivo.

La siembra directa, el uso de sistemas de riego localizado y de productos biológicos que potencian el rendimiento de los cultivos permiten producir más por hectárea, a la vez que se cuidan los recursos y se enfrentan los desafíos del cambio climático.

 

Vida submarina

Una de las metas para cumplir este objetivo tiene que ver con la reducción de la presión que ejerce la pesca sobre los ecosistemas marinos y las poblaciones de peces naturales. En este contexto, el desarrollo del salmón transgénico cuyo crecimiento es más rápido y durante todo el año, disminuye la presión sobre los salmones naturales que solo crecen estacionalmente y tardan más tiempo.

Otra herramienta de la genética, la edición génica, hizo posible algo parecido en Japón donde editaron el genoma del besugo rojo “silenciando” un gen que restringe el crecimiento muscular. Así, obtienen un pez con 1,6 más carne que el silvestre mejorando en un 14% la conversión del alimento. Así, Japón espera impulsar la cría comercial de besugo y repoblar las aguas con peces jóvenes.

Ecosistemas terrestres

Este objetivo busca proteger y restablecer los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, y detener la pérdida de biodiversidad.

Para alcanzarlo y no ir en contra de la producción de alimentos, la industria agroalimentaria dispone de algunas soluciones innovadoras: cultivos mejorados que producen más en la misma superficie que evitan la tala de bosques y la pérdida de biodiversidad, herramientas para la menor intervención posible de los suelos que ayudan a conservar y aumentar la materia orgánica y la fertilidad, métodos de control de plagas que tienen bajo impacto en la biodiversidad, entre otras.

 

Trabajo y crecimiento económico

La oportunidad de contar con un trabajo productivo que permita ingresos dignos, seguridad en el sitio laboral y protección social son esenciales para el desarrollo económico de las comunidades y de los países. 

La producción de semillas tiene actividades de alta demanda de personal en cortos periodos de tiempo, como por ejemplo el desflore de las líneas hembra para la producción de híbridos de maíz. Esta actividad es manual y requiere la contratación de personal temporario que va migrando a los diferentes campos para cumplir su tarea. Para que su trabajo se realice en condiciones dignas y seguras, las innovaciones en el desarrollo de baños químicos y casillas donde puedan mantener sus alimentos, cocinar, asearse y descansar son de suma importancia. También las innovaciones en tecnología de la información que le permite a esos trabajadores contar con una libreta de trabajador rural para que las empresas puedan contratarlos y así acceder a los beneficios sociales de los trabajadores formales.

Industria, innovación e infraestructura

Para contribuir con las metas del ODS 9 de aumentar la investigación científica y mejorar la capacidad tecnológica, tanto en el sector público como en el privado, el sector semillero argentino invierte el 9% de su facturación en I+D+i y promueve la colaboración público-privada con el objetivo de innovar para el agro. Un ejemplo es la colaboración entra las empresas obtentoras de variedades y el INASE para poner a punto tecnología basada en inteligencia artificial para reconocer, mediante imágenes, variedades de cebada cervecera y trigo. Esta tecnología contribuirá al control de comercio y el cumplimiento del uso legal de semillas para proteger el derecho del agricultor a recibir semilla de calidad y el derecho de propiedad del obtentor de la variedad contemplado en la Ley de Semillas.

Reducción de las desigualdades

Para la reducción de las desigualdades en el sector agropecuario necesitamos generar empleo local y arraigo de los jóvenes a sus comunidades. Para cumplir con este objetivo, la industria semillera argentina es una de las más federales ya que ejecuta sus actividades en 16 provincias (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, San Luis, Catamarca, Chaco, Río Negro, Santiago del Estero, Mendoza, Salta, Formosa, Corrientes, San Juan y Tucumán) empleando de manera directa a 26 mil trabajadores.

La innovación en la planificación y ejecución de los ensayos de campo (uso de drones, big data, modelado), así como también de invernadero y laboratorio (marcadores moleculares, fenotipado, inteligencia artificial) hacen posible que Argentina pueda contar con un promedio de 40 variedades nuevas de los principales cultivos cada año y desarrollar capacidades en todo el país.

 

Paz, justicia e instituciones sólidas

Argentina promueve y aplica leyes y políticas en favor del desarrollo sostenible. Tan es así que tiene uno de los sistemas regulatorios de la Biotecnología Moderna más avanzados del mundo, con más de 30 años de experiencia y reconocido por la FAO. Innovaciones como vacunas, cultivos, animales o microorganismos genéticamente modificados son evaluados con base científica y aprobados para su uso agropecuario, contribuyendo al desarrollo sostenible del agro.

Alianza para lograr los objetivos

Todos los eslabones de la cadena agroproductiva generan alianzas para el cumplimiento de los objetivos. Estas alianzas pueden ser entre productores, por ejemplo, para cuidar el suelo y la biodiversidad. Este es el caso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID). Otras alianzas se realizan entre científicos y empresas para enfrentar el cambio climático y generar variedades adaptadas como es el caso de Bioceres y Conicet o entre empresas, técnicos y productores para impulsar las buenas prácticas agropecuarias y producir más y mejores alimentos sustentablemente.

Indudablemente la innovación hace la diferencia en pos del cumplimiento de los ODS. Por eso debemos recordar que las innovaciones se protegen con derechos de propiedad intelectual (derechos de obtentor, patentes, derechos de autor, indicaciones geográficas y marcas). Este reconocimiento permite seguir innovando y avanzando hacia un planeta más sostenible.

 


Indudablemente la innovación hace la diferencia en pos del cumplimiento de los ODS. Por eso debemos recordar que las innovaciones se protegen con derechos de propiedad intelectual (derechos de obtentor, patentes, derechos de autor, indicaciones geográficas y marcas). Este reconocimiento permite seguir innovando y avanzando hacia un planeta más sostenible.